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Pañales de Apolo

Himnos homéricos (a Apolo):

Entonces, Febo, el del “ié”, las diosas te lavaron en agua clara, de forma pura y sin tacha, te fajaron con lino blanco, fino, completamente nuevo, y te envolvieron con una cinta de oro.
No amamantó su madre a Apolo, el del arma de oro, sino que Temis le ofreció el néctar y la deliciosa ambrosía con sus manos inmortales. Se regocijaba Leto, porque había parido un hijo poderoso y capaz de llevar el arco.
Mas cuando tú, Febo, te saciaste del alimento inmortal, no pudieron ya contenerte las áureas cintas, de tanto como te debatías y no había trabas que te constriñieran, sino que se soltaban todas las ataduras. Y en seguida Febo Apolo le dijo a las inmortales:
-¡Sean para mí mi cítara y el curvado arco! ¡Y revelaré a los hombres la infalible determinación de Zeus!

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