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Manzanas de Melanión

 

Esta entrada es la misma que “Manzanas de Atalanta”.

Apolodoro:

De Anfidamante nació Melanión, y una hija, Antímaca, a la que desposó Euristeo. De Yaso y Clímene, hija de Minias, nació Atalanta; el padre de ésta, que deseaba hijos varones, la abandonó, pero una osa solía acercarse y darle de mamar, hasta que unos cazadores la encontraron y criaron bajo su tutela. Atalanta, ya adulta, permanecía virgen y, siempre sobre las armas, cazaba en el yermo... Más tarde encontró a sus progenitores, y persuadida por su padre para que se casara, se dirigió a un lugar apto para un estadio y, habiendo clavado en medio una estaca de tres codos de alto, hacía que desde allí iniciasen la carrera los pretendientes, a quienes ella perseguía... armada: si el pretendiente era alcanzado debía morir, y en caso contrario se casaría. Ya habían perecido muchos cuando Melanión, enamorado de ella, concurrió a la prueba con las manzanas doradas que había recibido de Afrodita, y mientras era perseguido las iba arrojando; así Atalanta, por detenerse a recogerlas, fue vencida en la carrera y Melanión la tomó por esposa. Hesíodo y otros dicen que Atalanta no era hija de Yaso sino de Esqueneo; Eurípides, que era hija de Ménalo, y que su marido no fue Melanión sino Hipómenes[1].

 

 



[1] Las manzanas procedían del jardín de las Hespérides (esc. a TEÓCRITO, III 40; SERVIO, esc. a En. III 113), o del jardín de Venus en Támaso, en Chipre (OVIDIO, Met. X 644-651). Estas manzanas infunden en Atalanta un amor repentino incluso antes de la carrera. Cf. M. DETIENNE, La muerte de Dioniso, ed. cit., págs. 86 ss (nota de la traductora, Margarita Rodríguez de Sepúlveda)

 

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