Himnos homéricos (a
Apolo):
[Cuando Apolo
pretendió erigir su templo oracular junto al río Telfusa, éste le engañó para
que lo construyese en otro lugar], Telfusa, aquí mismo pienso procurarme un
templo hermosísimo, como oráculo para los hombres... Dicho esto, echó los
cimientos Febo Apolo, anchos, muy largos, sin fisuras. Al verlos, Telfusa se
encolerizó en su corazón y le dirigió la palabra [de forma que] persuadió el
ánimo del Certero, con objeto de que fuera para ella, Telfusa, la gloria sobre
la región y no del Certero...
... Entonces
naturalmente se percató en su mente Febo Apolo de que la fuente de hermosa
corriente lo había engañado. Así que se dirigió, encolerizado, a Telfusa y en
seguida llegó. Se detuvo muy cerca de ella y le dijo las siguientes palabras:
-Telfusa, no te
estaba destinado que, poseedora de este lugar encantador[ por engañar mi mente, hicieras fluir
tu agua de hermosa corriente. Aquí la gloria será también mía y no para ti
sola.
Así dijo, y le echó
encima un peñasco el certero Apolo en medio de una lluvia de piedras, de modo
que cegó sus corrientes, y se erigió un altar en la boscosa arboleda, muy cerca
de la fuente de hermosa corriente. Allí todos invocan al dios soberano con la advocación
de Telfusio, porque afrentó a las corrientes de la sacra Telfusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario