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Pócima de Deyanira

 

Apolodoro:

Neso, ya moribundo, llamó a Deyanira y le dijo que, si quería un filtro amoroso para retener a Heracles, debía mezclar el semen derramado en tierra con la sangre que fluía de la herida causada por la flecha. Ella lo hizo así y lo guardó para sí.... Con el fin de celebrar sacrificios envió al mensajero Licas a Traquis en busca de un hermoso vestido. Por él Deyanira supo de Yole y temerosa de que Heracles la prefiriese, creyendo que la sangre vertida por Neso era realmente un filtro amoroso, untó con él la túnica[167]. Vestido con ella, Heracles se disponía a ofrecer el sacrificio, cuando, por calentarse la túnica, el veneno de la Hidra empezó a descomponer la piel; Heracles, cogiendo a Licas de los pies, lo despeñó, y al intentar arrancarse la túnica, fuertemente adherida a su cuerpo, se desollaba. Afligido por tal desgracia fue llevado a Traquis en una nave. Deyenira, enterada de lo sucedido, se ahorcó. Heracles, después de ordenar a Hilo, su hijo mayor habido en Deyanira, que desposara a Yole al llegar a la edad adulta, se dirigió al monte Eta, en Traquis; allí formó una pira y subiendo a ella ordenó prenderle fuego. Como nadie quería hacerlo, Peante, que pasaba en busca de su ganado, la encendió; por eso Heracles le regaló el arco y las flechas. Se dice que, mientras la pira ardía, una nube se situó debajo de Heracles, y con truenos lo elevó al cielo. Desde entonces fue inmortal, y reconciliado con Hera se desposó con su hija Hebe, de la cual le nacieron Alexíares y Aniceto.

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