Esta entrada es la misma que “Ambrosía de Tántalo”.
Apolodoro:
Tántalo es
castigado en el Hades a permanecer para siempre en un lago con una piedra
suspendida sobre él, viendo en torno a sus hombros árboles con frutas que
crecen en la orilla. El agua le alcanza al mentón, pero cuando intenta bebería
se seca, y cuando quiere coger las frutas los árboles son arrebatados por los
vientos hasta las nubes. Según algunos, sufre este castigo por haber divulgado
los secretos de los dioses y por haber repartido la ambrosía a sus compañeros
Janial
Tántalo, hijo de Zeus y Pluto, reinaba en el monte Sípilo,
aspecto que importa poco a esta historia. Los olímpicos, que le tenían en gran
aprecio, solían invitarle a sus banquetes de néctar y ambrosía. Sin embargo,
Tántalo cometió el error de robar dichos productos y ofrecerlos en banquetes a
sus amigos terrestres. No contento con eso, en cierta ocasión invitó a los
dioses a un banquete en que sirvió los pedazos de su propio hijo Pélope. Por
ambos delitos fue castigado por Zeus en el Tártaro a “morirse” de sed y de
hambre.
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