Existen dos hilos de Dédalo: el primero de ellos, más conocido como “Hilo de Ariadna” es el siguiente:
Apolodoro:
Cuando [Teseo] llegó a Creta,
Ariadna, hija de Minos, enamorada de él, prometió ayudarle a condición de que
la llevara a Atenas y la tomase por esposa. Una vez que Teseo lo hubo jurado,
Ariadna pidió a Dédalo que le indicara la salida del laberinto; y por su
consejo dio un hilo a Teseo al entrar. Éste ató el hilo a la puerta y
entró soltándolo tras de sí; encontró al Minotauro al final del laberinto y lo
mató a puñetazos; luego, recogiendo el hilo, salió.
El otro está relacionado con la
inteligencia de Dédalo y dice así:
Aplodoro:
Dédalo llegó sano y salvo a
Camico en Sicilia. Minos persiguió a Dédalo, y al explorar cada región
llevaba una caracola y ofrecía una gran recompensa a quien hiciera pasar un
hilo a través de ella; de esta manera pensaba descubrir a Dédalo. Llegado a Camico,
en Sicilia, fue ante Cócalo, que había ocultado a Dédalo, y le mostró la
caracola. Cócalo la tomó prometiéndole pasar el hilo, y se la entregó a
Dédalo, quien ató un hilo a una hormiga y la introdujo en la caracola para
que la recorriera. Cuando Minos vio que el hilo la había atravesado, comprendió
que Dédalo estaba con Cócalo e inmediatamente lo reclamó. Cócalo prometió
entregarlo y agasajó a Minos. Éste, después de ser bañado por las hijas de
Cócalo, quedó desfallecido; algunos dicen que murió porque vertieron agua
hirviente sobre él
No hay comentarios:
Publicar un comentario