Espada de Aquiles

Apolodoro:

Como [los aqueos] desconocían la ruta hacia Troya, desembarcaron en Misia y la devastaron pensando que era Troya. Era el rey de los misios Télefo, hijo de Heracles, quien al ver saqueada la región armó a los misios y persiguió a los helenos hasta sus naves; mató a muchos... Cuando Aquiles se lanzó contra Télefo, éste no le hizo frente y fue perseguido; al huir se enredó en un sarmiento y Aquiles con su espada lo hirió en el muslo... carecían de un guía que pudiera mostrarles la ruta de Troya. Pero Télefo, al que Apolo había dicho que su herida incurable sólo podría sanarla quien la había producido, como necesitaba a Aquiles, desde Misia se dirigió a Argos cubierto de harapos y le prometió indicarle el rumbo hacia Troya. Aquiles lo curó raspando la herrumbre de la lanza pelíada. Así pues, una vez curado, les mostró el camino, y Calcante confirmó la veracidad de la información con su arte adivinatoria.

 Apolodoro:

Tenes, al ver que los helenos se acercaban a Ténedos, trató de alejarlos arrojándoles piedras, pero herido en el pecho por la espada de Aquiles murió, aunque Tetis había advertido a Aquiles que no matara a Tenes, pues si lo hacía, él mismo moriría a manos de Apolo

 

Cf. PLUTARCO, Quest. Graec. 28 (297f), refiere que cuando Aquiles perseguía a la hermana de Tenes, éste acudió a defenderla y Aquiles lo mató sin saber quién era. También mató a uno de sus propios criados que había sido enviado por Tetis para hacerle la advertencia. (Nota de la traductora).

 

 

Homero:

“... la aguda espada que pendía a lo largo del muslo... sacaba de la vaina la larga espada...”

“... y sobre la argéntea empuñadura puso la pesada mano. En la vaina empujó de nuevo la enorme espada...”