(Apolodoro):
Una vez que hicieron el sorteo de los matrimonios Dánao celebró un banquete y proporcionó cuchillos a sus hijas. Éstas degollaron a sus esposos mientras dormían, excepto Hipemestra, quien salvó a Linceo porque había respetado su virginidad; por ello Dánao la encerró manteniéndola vigilada. Las otras danaides enterraron las cabezas de sus esposos en Lerna y tributaron honras fúnebres a los cuerpos ante la ciudad.
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