(R.G.:22.g)… el dios fluvial Alfeo, hijo de Tetis, se atrevió a enamorarse de Ártemis y la persiguió a través de Grecia, pero ella llegó a Letrini, en Élide…, donde embadurnó su rostro y el de todas sus ninfas con barro blanco, de modo que no se la podía distinguir de sus acompañantes. Alfeo se vio obligado a retirarse, perseguido por una risa burlona.
(R.G.:22.2) El mito de su persecución por Alfeo… puede haber sido
inventado para explicar el yeso, o la arcilla blanca, con que las sacerdotisas
de Ártemis Alfea se embadurnaban los rostros en Letrini y Ortigia en honor de
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